Renault se aventuró con un concepto creativo que asustaría a cualquier armadora de autos americana, este último comercial para promocionar el Grand Scénic para siete pasajeros es algo muy chistoso y astuto a la vez.
El inicio es el clásico cliché de sexo en un automóvil, por un momento estuve tentado a cambiarle pero segundos después hay una sucesión de encendidos de cigarro que deja ver un panorama más siniestro. Es inevitable que la mente se nos escurra a los lugares más oscuros después de esa escena, acompañada de una risa medio nerviosa, el final es magistral para la marca del rombo: los ocupantes comienzan a toser. Cómo diciendo “fumar no es bueno”
Un gran aplauso a la armadora que con un cliché se sacaron un diez.
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